Primera parte la memoria

A raíz de todos los artículos podríamos concluir diciendo en primer lugar que competencia se entiende como el buen desempeño en contextos complejos y auténticos de conocimientos, capacidades, técnicas, habilidades y destrezas, actitudes y valores, motivaciones, etc. En definitiva, la capacidad que se posee para activar los recursos y resolver las dificultades; por lo que resultan fundamentales en el desarrollo de una persona y más concretamente para un pedagogo, puesto que éste se define como un profesional especialista en dichas herramientas y en los procesos de desarrollo personal de los individuos y colectivos a lo largo de sus vidas. Además de caracterizarse por ser un experto en procesos educativos formales y no formales, formativos y orientadores, en los que son necesarios intervenir con conocimientos teóricos y prácticos.

Asimismo, como definición de competencias sabemos que según Antonio Guerrero Serón, estas proceden del campo de la organización y se refiere tanto a la regulación de las atribuciones en el seno de las organizaciones, como a la facultad de toma de decisiones que tienen los diferentes titulares de los órganos de las empresas. Estas competencias pueden ser básicas, técnico-profesionales, transversales y claves. Y a raíz de estas competencias obtenemos contenidos como: Destrezas, capacidades, cualificaciones y competencias.

De la misma forma Belén Cruz Maya muestra en su estudio las posibilidades para el desarrollo de las competencias, viendo que se define como las capacidades de poner en operación conocimientos, pensamientos, carácter y valores que tienen los seres humanos para la vida en los diferentes ámbitos. También expone que el modelo de educación basado en competencias, se ve como una tendencia curricular, puesto que está relacionado con la productividad, es decir, quitar el tiempo de adaptación a la realidad de trabajo. 

La referencia formativa que se puede ver es la base curricular, ya que es el trabajo mismo expresado según las funciones que se cumplen en el cargo. Saber por saber o saber para saber hacer, lo que implica una relación entre la teoría y la práctica: el currículo integra la teoría y la práctica, estableciendo una relación con los procesos de enseñanza- aprendizaje, en virtud de constituirse como instrumento pedagógico-didáctico que planifica la actividad educativa a nivel de establecimientos docentes, teniendo en cuenta lo que se debe enseñar, a quien se enseña, como se deben enseñar los contenidos y como interrelacionarlos para crear un conjunto coherente que conduzca hacia el aprendizaje de los estudiantes.

Por otro lado cabría decir que para desarrollar una competencia, la mejor área es la práctica profesional y que el ámbito pedagógico, cuenta con muchas oportunidades de acción profesional para ello. Los ámbitos en los que un pedagogo desarrolla, principalmente, su actividad profesional tanto a nivel local, autonómico, nacional e internacional según el artículo “Prácticum y evaluación de competencias” son: 

• ·         En centros, profesorado, alumnado, familia y comunidad.

• ·         Las organizaciones y servicios sociales, educativos y comunitarios.

• ·         Los departamentos de recursos humanos, formación y orientación profesional y laboral.

• ·         Los entornos de formación y comunicación. 

·         Otro ejemplo sería el pedagogo como responsable de la organización, asesoría y formación tal y como hemos visto en el artículo de Jesús Domingo Segovia.

En estos contextos, los pedagogos desarrollan tareas como:

• ·         Planificación, gestión, desarrollo, seguimiento, evaluación, análisis, diagnóstico, prevención, orientación, intervención, reducación, asesoramiento, formación, docencia, coordinación.

• ·         Comprender los referentes teóricos, históricos, socio-culturales, ambientales y legales que constituyen a las personas.

• ·         Diagnosticar las necesidades y posibilidades de desarrollo de las personas para fundamentar las acciones educativas.

• ·         Conocer y comprender los procesos de enseñanza aprendizaje y de qué forma puede afectar (cambiar) a una persona.

• ·         Diseñar programas, proyectos y recursos adaptados a los distintos niveles del sistema educativo y al mismo tiempo diseñar planes de formación del profesorado, de formadores y de otros profesionales, adecuados a las nuevas situaciones y necesidades.

• ·         Evaluar políticas, instituciones los distintos sistemas educativos, así como programas, proyectos, acciones y recursos educativos y formativos sin olvidar evaluar los procesos de enseñanza-aprendizaje y los agentes educativos. 

Las competencias de este perfil profesional capacitan para desempeñar las siguientes funciones: 

• ·         Organización y dirección de centros educativos e instituciones de formación.

• ·         Supervisión e inspección técnica de educación.

• ·         Formación de formadores y asesoramiento pedagógico.

• ·         Diseño, desarrollo, evaluación y coordinación de procesos y recursos tecnológicos.

• ·         Orientación personal, escolar y profesional.

• ·         Innovación de modelos y procesos para la atención educativa a la diversidad.

• ·         Mediación y atención a la diversidad.

• ·         Desarrollo de proyectos y programas curriculares.

• ·         Evaluación de sistemas y políticas educativas. 

También habría que mencionar que existen diferentes tipos de competencias (instrumentales, interpersonales y sistémicas) y que los contenidos implicados en una competencia son: saber, saber hacer, saber ser y saber estar.

Igualmente, Iris Maduro, Francis Rietveldt de Arteaga en su investigación “Competencias del gerente educativo en el desarrollo de la práctica pedagógica del docente de educación básica” nos cuentan las competencias laborales que poseen los gerentes educativos de las escuelas básicas, que son: conocimiento, habilidades y autoconcepto; que las demuestran a partir del conocimiento manifestado en las funciones que como gerentes deben desempeñar. Por otro lado, siempre se preocupan por obtener los conocimientos requeridos para la experticia en sus tareas y se interesan por conocer otras actividades del área gerencial, para aplicarlas en las escuelas.

Al mismo tiempo, nos hablan sus competencias genéricas que son: gestión de recursos, la resolución de problemas y la planificación del trabajo en los gerentes educativos, mediante los valores arrojados en los resultados. 

Aparte, describen las competencias específicas que prevalecen en los gerentes educativos tales como: diseño y liderazgo del proyecto y evaluación del proyecto educativo, para lo cual diseñan actividades para integrar a padres y representante a la escuela, ofrecen oportunidad de participación en los proyectos pedagógicos comunitarios a los docentes, coordinan acciones pedagógicas para el intercambio de experiencias, proponen estrategias novedosas para la actualización de los docentes y verifican el cumplimiento de los docentes y el rendimiento de los estudiantes.

Por lo demás, definen los tipos de competencias gerenciales de dichos gerentes educativos: desarrollo de personas, trabajo en equipo y liderazgo, porque propician círculos de estudio y talleres para estimular la actualización del personal de sus escuelas, crea espacios de intercambio para integrar al personal en las diferentes actividades escolares. También aplican estrategias para minimizar la resistencia del personal en las actividades de la escuela, crea condiciones para un liderazgo y solidaridad compartidas.

Por último hay que destacar que dada la relevancia de las competencias, éstas se han de tener en cuenta en la programación docente, llevándose a cabo y valorándose en la práctica a través de la evaluación de competencias en vez de la evaluación de conocimientos, ya que esta última no es útil para la formación del alumno ni para el desarrollo de sus propias competencias, que en el futuro necesitará en su trabajo. Para ello es imprescindible la ayuda de los docentes para cambiar el paradigma antiguo, en el que ellos constituían el eje del proceso de enseñanza, por otro en el que el estudiante sea el responsable de su aprendizaje teniendo en cuenta sus reflexiones y progresos, alcanzando su autonomía y  realizando un aprendizaje significativo, para así formar ciudadanos profesionales, competentes y eficaces que saben desenvolverse en la sociedad por sí mismos.

En definitiva, en el artículo de Manuel Poblete Ruiz vemos que es importante tanto una evaluación formativa, es decir, teniendo en cuenta el trabajo y el aprendizaje del alumno, controlándolo mediante un examen; como una evaluación personal, la cual se basa en una propia reflexión del alumno sobre sus progresos y competencias. Todo este proceso de aprendizaje se puede convertir en una verdadera competencia para la persona cuando finalmente se consigue dominar.

Gracias a los artículos encontrados hemos ampliado nuestros conocimientos en relación a lo que es una competencia, sus posibilidades de desarrollo, sus tipos, su importancia y más concretamente los objetivos a tener en cuenta para diagnosticar los tipos de competencias laborales, genéricas, específicas y gerenciales que poseen los gerentes educativos de las escuelas básicas, así como las que requiere el pedagogo como responsable de la organización, asesoría y formación. Asimismo hemos aprendido con mayor profundidad lo que es un pedagogo y a valorar su papel, ya que es un profesional en procesos educativos, formativos y orientadores. Su labor es de vital importancia ya que actúa sobre el alumnado, familias, comunidades, etc. esto quiere decir que este tipo de profesionales se integran en la educación y estudian y analizan todos los procesos que un niño debe analizar para que se desarrolle un aprendizaje adecuado, teniendo en cuenta aspectos culturales, familiares, sociales... También crea programas, documentos, proyectos, es decir, recursos para evaluar los procesos de enseñanza-aprendizaje y los agentes educativos. Igualmente sabemos algunos campos y contextos en los que se desarrolla principalmente su ejercicio profesional. Finalmente, mediante una de las investigaciones de nuestros artículos ya sabemos que las competencias no afectan por igual a todos los trabajadores y que uno de los principales objetivos de la empresa seria el de formar trabajadores competentes capaces de realizar tareas concretas y evaluables.