martes, 9 de octubre de 2012

Competencias laborales de los pedagogos( Jesus Domingo Segovia)

Las competencias profesionales del pedagogo:
Palabras clave: pedagogia, competencias basicas,
Competencias:
1) Jesus Domingo Segovia, se ofrecen los conocimientos teoricos y practicos necesarios para la compresion y la actuacion en los procesos educativos desde una vertiente didactica, cientifica, politica, organizacion y tecnica. Permite la capacitacion para la intervencion educativa en procesos de aprendizaje, orientacion, evaluacion, diseminacion y planificacion.
2) Ferreres, A este alumnado se le presupone: Dominio de conocimientos, métodos y técnicas que le lleven a una progresiva autonomía, que orientan y articulan su acción de forma más motivada y coherente cuando le
lleva a la integración de los procesos de enseñanza–aprendizaje con los de investigación y de acción profesional, y que participan desde sus propios presupuestos sobre el saber, la enseñanza y las disciplinas que estudia.
3) Fernandez, En este sentido, no son receptores o destinatarios pasivos de conocimientos
expendidos por la universidad, sino que deben aprender lo nuevo desde lo viejo (pues
tienen experiencias y conocimientos previos que articulan y median en sus sentimientos,
estructura mental, intereses, orientaciones, etc.), cuidando su motivación y los –
progresivamente– principios generales del aprendizaje adulto.
4) Listado de competencias europeas:
· Capacidad de análisis y síntesis
· Aplicar conocimientos a la práctica
· Planificación y gestión del tiempo
· Conocimientos generales básicos estudio
· Conocimientos básicos de la profesión
· Comunicación oral y escrita en su lengua
· Conocimiento de una segunda lengua
· Habilidad en el manejo del ordenador
· Habilidades de investigación
· Capacidad de aprender (permanente)
· Habilidad de gestión de la información
· Capacidad crítica y autocrítica
· Adaptarse a nuevas situaciones
· Creatividad, generar nuevas ideas
· Resolución de problemas
· Toma de decisiones
· Trabajo en equipo
· Habilidades interpersonales
· Liderazgo
· Trabajo en equipo interdisciplinar
· Capacidad de comunicación con no expertos
· Atentos a diversidad y multiculturalidad
· Conocimiento de otros (pueblos, culturas, etc.)
· Habilidad trabajar en contexto internacional
· Trabajo autónomo
· Diseño y gestión de proyecto
· Iniciativa y espíritu emprendedor
· Compromiso ético
· Preocupación por la calidad
· Motivación de logro
 5)  Villar y Maldonado, concretan estas capacidades del pedagogo en siete:
comunicación eficaz, uso de la tecnología informativa, aplicaciones numéricas, trabajar con otros en equipo, organización del ambiente y del trabajo, actuación. Desde la Universidad de Deusto, durante el curso 2001/02, se ha realizado un estudio de competencias de estudiantes univesitarios de 94 universidades europeas y lo ha comparado con 944 empresas, dentro de este proyecto europeo (Villa, Auzmendi y Bezanilla, 2002) obteniendo un orden de importancia/valoración –en las más valoradas– que señala el exponente que acompaña a la competencia independiente y solución de problemas. Por último parecen también existir evidencias que señalan la necesidad en esta educación superior de la promoción de un aprendizaje reflexivo (Brockbank y McGill, 2002; Morín, 2000). Globalmente éstas últimas y, en
particular, las más reiteradas/priorizadas de las anteriores, serán un claro referente a
tomar en consideración en el proyecto docente.
6) Competencias de carácter cognitivo y mental a nivel operativo ligadas a distintas
modalidades de pensamiento (reflexivo, lógico, analógico, analítico, sistémico, crítico, creativo, práctico, deliberativo y colegiado).





Metodológicas: Relacionadas con la puesta en práctica sistemática de ideas y actuaciones
(organización del tiempo, definición, afrontamiento, acotamiento, anticipación y resolución de problemas, toma de decisiones y planificación).
Tecnológicas Relacionadas con el uso de instrumentos informáticos y telemáticos (dominio de base
de datos y uso del ordenador como herramienta de trabajo).

Junto a las competencias globales necesarias para actuar profesional, social y cognitivamente en el mundo actual, existen otras específicas que también deben ser abordadas en su formación. En este sentido convendría recordar en primer lugar que el educador –en toda su gama de opciones– es un profesional de la interrelación, del consejo y de las relaciones personales, además de analista, artesano y constructor de
sentido (Rui Canario, 2001), que –como defiende De Vicente (2001)– necesita de
inteligencia lingüística de comprensión pensamiento crítico (reflexivo, moral, creativo,
contextual, intuitivo y racional), indagación y reflexividad (Villar y De Vicente, 1994)
para romper con la tentación de la autocomplacencia, de la justificación y del sueño
alienante, reproductor y exclusivista de la pedagogía científica alejada de la experiencia
y del saber práctico (Perrenoud, 2001) e integrarse productivamente en el seno de las
intituciones educativas como organizaciones adhocráticas (García Pastor, 1997).


Instrumentales:


Lingüísticas: Comunicación oral y escrita, con expresión clara y ordenada de ideas y opiniones, así
como el manejo de otros idiomas.
Personales: Automotivación, resistencia al fracaso, adaptación al entorno, comportamiento ético
responsable…
Interpersonales: Interpersonales Sensibilidad social, comunicación interpersonal trabajo en equipo, tratamiento de conflictos, negociación…
Emprendedora: Transformación del medio a partir de su propia iniciativa (creatividad, espíritu
emprendedor, capacidad innovadora).
Organización: Gestión por objetivos, gestión de proyectos y búsqueda y desarrollo de la calidad
Liderazgo: Como responsabilidad en un proceso de servicio en equipo (influencia, consideración
personalizada, estimulación intelectual, inspiración, delegación/potenciación
personal).
Sistémicas: De logro Tanto a nivel personal como profesional (compromiso con la propia actuación,
orientación al logro y autovaloración).



En resumen, más concretamente el Pedagogo necesita de una serie de capacidades para ejercer sus funciones básicas de dirección y organización, asesoramiento o formación:



Capacidades del pedagogo como responsable de organización, asesoría y formación
· Coordinación, supervisión y dinamización de equipos
· Organización y planificación de su propio trabajo y el de otros
· Comunicación para argumentar propuestas a otros profesionales
· Análisis, valoración y diagnóstico objetivo
· Negociación y consenso
· Relación para crear canales y redes internas y externas
· Toma de soluciones y resolución de problemas Iniciativa y autonomía
· Adaptación a diferentes situaciones
· Previsión y anticipación
· Reacción ante situaciones conflictivas, novedosas e imprevistas
· Supervisar y controlar el cumplimiento de los requerimientos establecidos
· Adopción de innovaciones relativas a su entorno profesional.

Como es obvio pensar, desde esta perspectiva, estas competencias deben
trabajarse, adquirir y fomentarse desde las propias tareas, contenidos y prácticas
acometidas en las aulas universitarias. En este sentido serán indicadores de calidad de la
docencia y de los procesos de enseñanza–aprendizaje el que se tomen en consideración
en la programación docente y se ejerciten y valoren en la práctica. En lo concerniente a
este proyecto docente son claves pues, se presentan a los estudiantes para su
conocimiento y opinión, debidamente avalados y confrontados con la práctica de la
profesión (en los seminarios con profesionales del asesoramiento), y son tomados como
criterios de valor a la hora de puntuar prácticas y teoría.

Enlace: http://www.ugr.es/~jdomingo/Comppedagogo.pdf
Articulo de Jesús Domingo Segovia:

Pedagogía es una licenciatura que ofrece un abanico de salidas profesionales y
de opciones de trabajo interesantes, pero no siempre bien conocidas. A este respecto es
oportuno recoger –por clarificadoras– las orientaciones que ofrece la página web
Universidad de Barcelona al presentar los estudios de esta licenciatura. Según este
documento, con ella se ofrecen los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para la
comprensión y la actuación en los procesos educativos desde una vertiente didáctica,
científica, política, organizativa y técnica. Así pues, permite la capacitación para la
intervención educativa en procesos de aprendizaje, orientación, evaluación,
diseminación y planificación.
Este profesional puede trabajar, por tanto, en la planificación, organización,
desarrollo, administración, investigación y evaluación de sistemas educativos y en las
actividades de formación tanto formales como no formales (tiempo libre, formación
ocupacional, educación de adultos, etc. y pueden ejercer su profesión como
orientadores, profesores, técnicos de los servicios educativos locales o autonómicos,
educadores de colectivos con necesidades educativas especiales, apoyos
didácticos/pedagógicos de museos y entidades culturales, formador de formadores,
asesores técnicos, asesores de instituciones y entidades de producción de recursos
didácticos, juegos, sofware educativo, editoriales, evaluadores de procesos educativos y
profesores de secundaria y universidad.
Obviamente, abarcar un campo tan amplio de acción, con un corpus de
conocimientos y de salidas tan dinámico, complejo y cambiante, necesita de una sólida
formación técnica, científica y humanista generalista y polivalente, que requiere un
fuerte componente de troncalidad, pero también de otro plus de especilaización que le
permita una proyección profesional en los ámbitos social, escolar, educativo no formal,
científico y de empresa, que tiene que llegar mediante la opcionalidad guiada por
itinerarios formativos complementada con una adecuada selección de libre
configuración.
En coherencia con los principios, características y propósitos de la enseñanza
superior, el alumnado debe aspirar a salir siendo un profesional competente en el ámbito
que estudia en cualquier posibilidad de su ejercicio profesional desde esta capacitación.
Pero también el alumnado de este nivel es particular, comparte este propósito y
horizonte, pero en la consciencia de el alumno universitario es un aprendiz adulto, con
un conocimiento general y una autonomía para dirigir y participar en su propio
aprendizaje (Marcelo, 1994). A este alumnado se le presupone (Ferreres, 2002, 8):
· Dominio de conocimientos, métodos y técnicas que le lleven a una progresiva
autonomía, que orientan y articulan su acción de forma más motivada y coherente cuando le
lleva a la integración de los procesos de enseñanza–aprendizaje con los de
investigación y de acción profesional, y que participan desde sus propios presupuestos sobre el saber, la enseñanza y las disciplinas que estudia.

En este sentido, no son receptores o destinatarios pasivos de conocimientos
expendidos por la universidad, sino que deben aprender lo nuevo desde lo viejo (pues
tienen experiencias y conocimientos previos que articulan y median en sus sentimientos,
estructura mental, intereses, orientaciones, etc.), cuidando su motivación y los –
progresivamente– principios generales del aprendizaje adulto (Fernández, 1999). Por lo
que, será oportuno –de partida– tomar en consideración las competencias básicas
necesarias para el ejercicio de una determinada profesión (desde los estudios
universitarios) y para el adecuado desarrollo personal y profesional dentro de ella. El
Informe Bricall (2000) delimita como objetivo educativo universitario que los
estudiantes deben aprender –tanto de conocimientos como de habilidades y de
competencias profesionales, sociales, cognitivas, etc.– que deben dominar al terminar el
proceso. Villa (2002) insiste en este punto y concibe estas competencias desde una
perspectiva amplia, como conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades o
destrezas adquiridas, que dan lugar a un buen nivel de desarrollo y actuación.
Cuadro 8.4.
Listado de competencias europeas (Proyecto Tunning)1
· Capacidad de análisis y síntesis1
· Aplicar conocimientos a la práctica2
· Planificación y gestión del tiempo7
· Conocimientos generales básicos estudio11
· Conocimientos básicos de la profesión
· Comunicación oral y escrita en su lengua
· Conocimiento de una segunda lengua
· Habilidad en el manejo del ordenador
· Habilidades de investigación
· Capacidad de aprender (permanente)4
· Habilidad de gestión de la información8
· Capacidad crítica y autocrítica
· Adaptarse a nuevas situaciones9
· Creatividad, generar nuevas ideas10
· Resolución de problemas3
· Toma de decisiones
· Trabajo en equipo5
· Habilidades interpersonales6
· Liderazgo
· Trabajo en equipo interdisciplinar
· Capacidad de comunicación con no expertos
· Atentos a diversidad y multiculturalidad
· Conocimiento de otros (pueblos, culturas, etc.)
· Habilidad trabajar en contexto internacional
· Trabajo autónomo
· Diseño y gestión de proyecto
· Iniciativa y espíritu emprendedor
· Compromiso ético
· Preocupación por la calidad
· Motivación de logro

Levy–Levoyer (2002) defiende que estas competencias se desarrollan tanto
previamente al ejercicio profesional, durante el mismo y a través del éste, pero será la
universidad un marco privilegiado para iniciarlas y potenciarlas. Desde esta perspectiva,
han empezado a proliferar una serie de estudios en nuestro contexto (Villa y otros,
2002; Levi–Leboyer, 2002) encargados de estudiar y definir las competencias que
deberían alcanzar los estudiantes universitarios (ver cuadro 8.4). De este modo y desde
estos indicadores, los universitarios españoles –según el proyecto de competencias de la
Universidad de Deusto (2001; Villa, 2002)– deberían tener competencias instrumentales
(a modo de herramientas), interpersonales y sistémicas, que se describen en el cuadro
8.5.
Por su parte, Villar y Maldonado (en Villar, 2001), concretan estas capacidades
en siete: comunicación eficaz, uso de la tecnología informativa, aplicaciones numéricas,
trabajar con otros en equipo, organización del ambiente y del trabajo, actuación
1 Desde la Universidad de Deusto, durante el curso 2001/02, se ha realizado un estudio de competencias
de estudiantes univesitarios de 94 universidades europeas y lo ha comparado con 944 empresas, dentro de
este proyecto europeo (Villa, Auzmendi y Bezanilla, 2002) obteniendo un orden de
importancia/valoración –en las más valoradas– que señala el exponente que acompaña a la competencia.
independiente y solución de problemas. Por último parecen también existir evidencias
que señalan la necesidad en esta educación superior de la promoción de un aprendizaje
reflexivo (Brockbank y McGill, 2002; Morín, 2000). Globalmente éstas últimas y, en
particular, las más reiteradas/priorizadas de las anteriores, serán un claro referente a
tomar en consideración en el proyecto docente.
Cuadro 8.5
Competencias en la enseñanza universitaria (Universidad de Deusto) (Villa, 2002)
Dimensión Competencias y pequeña descripción de las mismas
Cognitivas
Competencias de carácter cognitivo y mental a nivel operativo ligadas a distintas
modalidades de pensamiento (reflexivo, lógico, analógico, analítico, sistémico,
crítico, creativo, práctico, deliberativo y colegiado).
Metodológicas
Relacionadas con la puesta en práctica sistemática de ideas y actuaciones
(organización del tiempo, definición, afrontamiento, acotamiento, anticipación y
resolución de problemas, toma de decisiones y planificación)
Tecnológicas Relacionadas con el uso de instrumentos informáticos y telemáticos (dominio de base
de datos y uso del ordenador como herramienta de trabajo)
Instrumentales
Lingüísticas Comunicación oral y escrita, con expresión clara y ordenada de ideas y opiniones, así
como el manejo de otros idiomas
Personales Automotivación, resistencia al fracaso, adaptación al entorno, comportamiento ético
responsable… Interpersonales
Interpersonales Sensibilidad social, comunicación interpersonal trabajo en equipo, tratamiento de
conflictos, negociación…
Emprendedora Transformación del medio a partir de su propia iniciativa (creatividad, espíritu
emprendedor, capacidad innovadora)
Organización Gestión por objetivos, gestión de proyectos y búsqueda y desarrollo de la calidad
Liderazgo
Como responsabilidad en un proceso de servicio en equipo (influencia, consideración
personalizada, estimulación intelectual, inspiración, delegación/potenciación
personal)
Sistémicas
De logro Tanto a nivel personal como profesional (compromiso con la propia actuación,
orientación al logro y autovaloración)
Junto a las competencias globales necesarias para actuar profesional, social y
cognitivamente en el mundo actual, existen otras específicas que también deben ser
abordadas en su formación. En este sentido convendría recordar en primer lugar que el
educador –en toda su gama de opciones– es un profesional de la interrelación, del
consejo y de las relaciones personales, además de analista, artesano y constructor de
sentido (Rui Canario, 2001), que –como defiende De Vicente (2001)– necesita de
inteligencia lingüística de comprensión2, pensamiento crítico (reflexivo, moral, creativo,
contextual, intuitivo y racional), indagación y reflexividad (Villar y De Vicente, 1994)
para romper con la tentación de la autocomplacencia, de la justificación y del sueño
alienante, reproductor y exclusivista de la pedagogía científica alejada de la experiencia
y del saber práctico (Perrenoud, 2001) e integrarse productivamente en el seno de las
intituciones educativas como organizaciones adhocráticas (García Pastor, 1997).
Más concretamente el Pedagogo necesita de una serie de capacidades –referidas
en el cuadro siguiente– para ejercer sus funciones básicas de dirección y organización,
asesoramiento o formación (Tejada, 2001; Bordás y otros, 1995). Todos estos
indicadores componen un abanico interesante de pistas que ilustran también contenidos,
modos/maneras, actitudes, orientaciones, etc. a desarrollar a lo largo de la propuesta
curricular que vienen a ofrecer un plus de congruencia a la misma.
2 A partir del concepto de inteligencias múltiples de Gardner (1983, 1997), De Vicente (2001) describe el
estilo de aprendizaje o de inteligencia basado en la comprensión asimilado a las capacidades de elaborar
un caso, tomar o defender una decisión, avanzar una teoría, interpretar un texto, explicar un artefacto…
Cuadro 1
Capacidades del pedagogo como responsable de organización, asesoría y formación
· Coordinación, supervisión y dinamización de equipos
· Organización y planificación de su propio trabajo y el de
otros
· Comunicación para argumentar propuestas a otros
profesionales
· Análisis, valoración y diagnóstico objetivo
· Negociación y consenso
· Relación para crear canales y redes internas y externas
· Toma de soluciones y resolución de problemas Iniciativa
y autonomía
· Adaptación a diferentes situaciones
· Previsión y anticipación
· Reacción ante situaciones conflictivas, novedosas e
imprevistas
· Supervisar y controlar el cumplimiento de los
requerimientos establecidos
· Adopción de innovaciones relativas a su entorno
profesional
Como es obvio pensar, desde esta perspectiva, estas competencias deben
trabajarse, adquirir y fomentarse desde las propias tareas, contenidos y prácticas
acometidas en las aulas universitarias. En este sentido serán indicadores de calidad de la
docencia y de los procesos de enseñanza–aprendizaje el que se tomen en consideración
en la programación docente y se ejerciten y valoren en la práctica. En lo concerniente a
este proyecto docente son claves pues, se presentan a los estudiantes para su
conocimiento y opinión, debidamente avalados y confrontados con la práctica de la
profesión (en los seminarios con profesionales del asesoramiento), y son tomados como
criterios de valor a la hora de puntuar prácticas y teoría.
http://www.ugr.es/~jdomingo/Comppedagogo.pdf

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