jueves, 4 de octubre de 2012



LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES DEL PEDAGOGO
(Jesús Domingo Segovia)

Resumen:

Según este documento, la Pedagogía ofrece los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para la comprensión y la actuación en los procesos educativos desde una vertiente didáctica, científica, política, organizativa y técnica. Además,  permite la capacitación para la intervención educativa formal y no formal en procesos de aprendizaje, orientación, evaluación, diseminación y planificación, mediante la opcionalidad guiada por itinerarios formativos complementada con una adecuada selección de libre configuración.



El alumno debe aspirar a salir siendo un profesional competente en el ámbito que estudia, siendo consciente de que es un aprendiz adulto, consiguiendo un conocimiento general y una autonomía para dirigir y participar en su propio aprendizaje (Marcelo, 1994). (Ferreres, 2002, p. 8).

También debe adquirir un aprendizaje significativo entre los conocimientos previos y los futuros, teniendo una gran motivación en su aprendizaje (Fernández, 1999). Para ello es necesario tener en cuenta las competencias básicas necesaria de cada profesión y el adecuado desarrollo personal y profesional dentro de ella.

El objetivo universitario que expone el Informe Bricall (2000) manifiesta que los estudiantes deben adquirir tanto conocimientos como habilidades, además de competencias profesionales, sociales, cognitivas, etc. De acuerdo con ello encontramos a Villa (2002), el cual insiste en este punto y concibe dichas competencias desde una perspectiva más desarrollada, mencionando el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades o destrezas adquiridas, lo que origina un buen nivel de desarrollo y actuación.

Por otro lado, Levy–Levoyer (2002) manifiesta que estas competencias se desarrollan antes, durante y después del ejercicio profesional, en la cual la universidad tiene un papel muy importante, ya que es un marco privilegiado para iniciarlas y potenciarlas. Desde esta perspectiva, han empezado a difundirse una serie de estudios en nuestro contexto (Villa y otros, 2002; Levi–Leboyer, 2002) dedicados a estudiar y definir las competencias que deberán obtener los alumnos universitarios. Así pues, dichos  estudiantes según el proyecto de competencias de la Universidad de Deusto (2001; Villa, 2002) – deberían tener competencias instrumentales, utilizándolas como las herramientas necesarias, interpersonales y sistémicas.

A su vez, Villar y Maldonado (en Villar, 2001), especifican estas capacidades en seis: 















Cuadro de texto: Organización del ambiente

Cuadro de texto: Trabajar en equipo
Cuadro de texto: Uso de la tecnología informativa



Cuadro de texto: Comunicación eficaz



Cuadro de texto: Organización del trabajo


Cuadro de texto: Aplicaciones numéricas


 









Por último hacen referencia a la necesidad en la educación superior  de la promoción de un aprendizaje reflexivo (Brockbank y McGill, 2002; Morín, 2000). En conjunto éstas últimas, serán un claro referente para tener en cuenta en el proyecto docente.

Por ello, recordamos la definición de lo que sería un educador en todo sus ámbitos, como el profesional de la interrelación, del consejo y de las relaciones personales, además de analista, artesano y constructor de sentido (Ruiz Canario, 2001), por lo que De Vicente (2001) defiende que necesita de inteligencia lingüística de comprensión, pensamiento crítico (reflexivo, moral, creativo, contextual, intuitivo y racional), indagación y reflexividad (Villar y De Vicente, 1994).

A continuación representamos en el siguiente listado las competencias que necesita el Pedagogo como responsable de la organización, asesoría y formación (Tejada, 2001; Bordás y otros, 1995).

Ø  Coordinación, supervisión y dinamización de equipos.

Ø  Organización y planificación de su propio trabajo y el de otros.

Ø  Comunicación para argumentar propuestas a otros profesionales.

Ø  Análisis, valoración y diagnóstico objetivo.

Ø  Negociación y consenso.

Ø  Relación para crear canales y redes internas y externas.

Ø  Toma de soluciones y resolución de problemas.

Ø  Iniciativa y autonomía.

Ø  Adaptación a diferentes situaciones.

Ø  Previsión y anticipación.

Ø  Reacción ante situaciones conflictivas, novedosas e imprevistas.

Ø  Supervisar y controlar el cumplimiento de los requerimientos establecidos.

Ø  Adopción de innovaciones relativas a su entorno profesional.

Dichas competencias serán los indicadores de calidad de la docencia y de los procesos de enseñanza–aprendizaje, considerándose en la programación docente, ejerciéndose y valorándose en la práctica.

 Referencias:

-         Marcelo García, C. (1994). Formación profesorado cambio educativo. Barcelona: Editorial PPU.

-         Ferreres, V. (2002). Universitat Pompeu Fabra (Barcelona, Spain) THE CONSEQUENCES OF CENTRALIZING CONSTITUTIONAL REVIEW IN A SPECIAL COURT. SOME THOUGHTS ON JUDICIAL ACTIVISM.

-          Ferreres, V. (2002). “Procesos de enseñanza universitaria. Elaboración de proyectos docentes y mejora de la enseñanza”. Editorial Universidad de Granada. Granada.

-          Tejada Fernández, J. (1999). ACERCA DE LAS COMPETENCIAS
PROFESIONALES (ensayo).

-          Ferrández, A. Tejada, J. Jurado, P. Navio, A. Y Ruiz, C. (1999) “ El perfil del formador de Formación Profesional y Ocupacional, Informe de investigación provisional”. Departamento de Pedagogía Aplicada, UAB, doc. Policopiado

-          Bricall, Josep M. (2000). “Informe Universidad 2000”Barcelona, España.

-    Diaz Villa, M. (2002). “Flexibilidad y educación superior en Colombia”. Bogotá, D.C. Colombia. Secretaria General – Procesos Editoriales.

-          Levi-Leboyer, C. (2002). “Gestión de las competencias”. Barcelona. Editorial  Gestión 2000.


-          Villa y otros (2002), VILLA, A. y AUZMENDI, E. (2003): Las competencias universitarias en el marco de la Unión Europea, en Seminario Internacional: Orientaciones Pedagógicas para la convergencia europea de educación superior. Bilbao: UD.

-          Universidad De Deusto (2001): “Marco Pedagógico. Orientaciones generales”. Bilbao. Editorial A. G. Rontegui.
 
-          Villa, A., Auzmendi, E. y Bezanilla, M.J. (2002). “Estudio sobre las competencias en el ámbito universitario europeo”. Bilbao: Universidad de Deusto (inédito).

-     Brockbank, Anne e Ian McGill. (2002). “Aprendizaje reflexivo en la educación superior”. Madrid. Ediciones Morata. Colección: Manuales de Pedagogía.

-          Morin, E. (2000). “El paradigma perdido. Ensayo de bioantropología”. Barcelona. Editorial Kairós.

        De Vicente, P. S. (2001). “Viaje al centro de la dirección de instituciones educativas”. Bilbao. Editorial Mensajero.

-          Villar Angulo L. M. Y Vicente Rodríguez, P. (1994): “Enseñanza reflexiva para
           centros educativos”. Barcelona. Editorial PPU.


-          GARCÍA PASTOR, C. (1997): "La construcción de una escuela democrática". En ARNÁIZ, P. y DE HARO RODRÍGUEZ, R. (Eds.): 10 años de integración en España: análisis de la realidady perspectivas de futuro. Actas de la XXII Reunión Científica Anual de A.E.D.E.S.. Murcia. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 355-383.


-          Tejada, J. (2001). “El perfil profesional del pedagogo en la formación: Una mirada desde las salidas profesionales”. Barcelona. Editorial Universidad Autónoma de Barcelona.

-          Bordás, I. y otros (1995). “Les  sortides  professionals del llicenciat en
Pedagogia”. Barcelona. Editorial PUB.



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